lunes

Eneatipo 2


Orgullo, personalidad histriónica.

El orgullo no es siempre una pasión tan visible, y el egocentrismo puede quedar muy bien encubierto por la generosidad.
El concepto que la persona orgullosa tiene de sí misma le permite sentirse buena, plena de sí, como si tuviera más que suficiente.  Puede incluir también la convicción de tener mucho que dar, de que su mera compañía es un don para los demás.

Este es un carácter eminentemente femenino y, asimismo, más común en mujeres.
No percibe que su generosidad proviene de su necesidad de dar y de cuánto necesita recibir.  Lo más habitual es que logre ser necesitada, puesto que así se confirma como persona.

Las personas E2 son “ayudadores” pero la “ayuda” se traduce como “apoyo emocional” y, en conjunto, se puede entender más esta personalidad como “amorosa” que como “ayudadora”.

El papel de seducir y la pasión por atraer pueden llevar a algunos de ellos a adoptar un estilo infantil obediente pero díscolo.

La mayoría de los E2 son a la vez tiernos y agresivos, e incluso     hábiles para montar escenas.  El lema “haz el amor y la guerra” sería apropiado para su estilo: un híbrido de Venus y Marte.

El orgullo del E2 no suele ser del tipo que deriva de la satisfacción primaria de destacar sobre los otros de forma competitiva.  Se satisface, más bien, por el amor.  La seducción ha sido desarrollada con el objetivo de ser amados. Al hablar de seducción no me refiero solo a erotismo, sino, más bien, a la apariencia de poder ofrecer más de lo que realmente disponen.  Lo reflejan muy bien aquellas promesas que brindan mucho más de lo que realmente van a proporcionar.  “Estaré a tu lado” o “te amaré el resto de mi vida” podrían ser frases típicas de una persona E2, pero estos votos dramáticos y en general conmovedores no necesariamente se cumplen.
En el E2 destaca el falso amor, presente tanto en la autocomplacencia narcisista como en la benevolencia seductora  que se dedica a los demás. 

Los casos más problemáticos del E2  se diagnostican hoy en día como pertenecientes a la “personalidad histriónica”, que se describe como teatral, impulsiva, insistente, variable, voluble, deseosa de novedades e inconsecuente.  Hay algo excesivo en la expresión de la persona E2, sea tierna o agresiva, en su entusiasmo tan arrebatador, en sus arranques de mal genio tan manipuladores…  Se trata de dar una falsa imagen para lograr un propósito, de poner en juego una emoción para conseguir un efecto.  
A pesar de lo directos que son y de la impresión de veracidad indiscutible que producen, estos individuos atienden a las normas menos que la mayoría de personas y pueden haber adquirido el hábito de mentir ya desde la niñez.

Las personas E2 no aceptan las restricciones con facilidad y pueden ser invasoras, al no respetar tampoco los límites de los otros.
Los E2 se rebelan contra la corrección, la puntualidad, el orden y lo previsible. Detestan la rutina y las cosas corrientes.  “Mujeres fatales”

Los E2 tienden a vivir en el presente, pero no se trata de un sano centramiento en el ahora.  La mayoría de nosotros necesitamos aprender a vivir más en el presente y no tanto en el pasado o en el futuro, pero para los E2 el presente es un subterfugio: viven en él porque no quieren pensar en las consecuencias futuras de sus acciones ni recordar los compromisos del ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario